Romanos 2:1-16 La condenación del hipócrita

En el capítulo 1 de Romanos, Pablo mostró la justa condenación del “hombre pagano” (el “pecador abierto”). Ahora, en Romanos 2, Pablo empieza a exponer el caso contra el “hombre religioso” (el “pecador respetable”).
1. Va a hablar primero contra los hipócritas en general (v1-16).
2. Luego va a hablar más específicamente de los hebreos y su hipocresía (v17-29)

En los primeros 16 versículos, vemos que los hipócritas no tienen excusa, no tienen escape y no tienen esperanza. Puede ver el estudio y las predicaciones completas aqui: http://www.iglesia-del-este.com/predicacion-expositiva/romanos/.

romanos-2-1-16

Le compartimos los comentarios de cada versículo que hemos visto en nuestras paginas de Facebook y Google+.

Romanos 2:1 «Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo;porque tú que juzgas haces lo mismo.» El discurso de Pablo cambia para hablar a un hombre no arrepentido, un hombre común y corriente, sin importar su nacionalidad. No le gusta que le mientan, pero lo hace. No le gusta que le roben, pero lo hace.

Romanos 2:2 «Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad.» Al evangelizar no solamente recordamos los mandamientos a las personas, sino que les explicamos que hay un juicio donde Dios estará contra ellos. Por eso, no es bíblico decir a un inconverso que Dios es su amigo, sino que debemos advertirle que Dios está contra él.

Romanos 2:3 «¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios?» Este capítulo habla al hipócrita, quien mantiene una doble moral. Al evangelizar, cuando una persona no quiera admitir que conoce de sus pecados personales, pregúntele si le gusta que le mientan, o que le roben. Es importante recordar a las personas que nadie escapará del juicio al morir.

Romanos 2:4 «¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento?» Al evangelizar, presentamos a Dios quien es Justo, Santo y Bueno, por esto juzgará toda injusticia de los hombres. Algunos piensan que pueden escapar del juicio, y otros menosprecian la benignidad y paciencia de Dios. El carácter mismo de Dios de ser benigno es lo que debería hacer que le pecador huya a El ¡rogando misericordia!

Romanos 2:5 «Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios,» Hoy en día cada pecador no arrepentido está acumulando la ira de Dios. Esa ira se revelará en ese día del justo juicio. Mire la reverencia del tema. ¡Mire la urgencia! La ira de Dios vendrá contra el pecador de manera personal. ¡No hay mensaje más relevante y actual que advertirles de esa ira venidera!

Romanos 2:6 «el cual pagará a cada uno conforme a sus obras:» El justo juicio de Dios juzgará al pecador no arrepentido por sus obras. Muchos han escuchado tanto de gracia y misericordia que reaccionan molestos ante esta enseñanza, pero es cierto. Cada pecado será mostrado en verdad y Dios pagará lo que cada quien se merezca en un juicio por obras.

Romanos 2:7 «vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad,» Es por esto, que al evangelizar preguntamos a las personas ¿Es Ud. tan bueno como para merecer el cielo al morir? En el día del juicio, Dios dará vida eterna a la persona que persevera en el bien, es decir la persona que es buena.

Este video es un ejemplo de la explicación de este versículo:

Romanos 2:8 «pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia;» Cuando una persona comprende que no es buena y que no merece la vida eterna, entonces se da cuenta de que recibirá ira y enojo de Dios puesto que ha hecho injusticia en su vida. Esas son las obras por las cuales será juzgado.

Romanos 2:9 «tribulación y angustia sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el griego,» Dios no hace diferencia de nacionalidades, en ese día de la ira el castigo sobre el hombre malo le va a causar angustia. ¿Quiere eso para su prójimo? ¡No! Por esto, hemos de salir y predicarles el evangelio.

Romanos 2:10 «pero gloria y honra y paz a todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego;» Al evangelizar, tenemos que ayudar a la persona a ver si en su vida ha cumplido con las exigencias de Dios de hacer lo bueno. Por ejemplo, ¿ha honrado siempre a sus padres, o los ha desobedecido alguna vez? ¿Cuántas veces ha mentido? ¿Ha codiciado o tomado algo que pertenece a otra persona?¿Ha dado a Dios siempre el primer lugar y lo ha amado con todas sus fuerzas? Queremos explicarles que no han satisfecho el estándar de bondad de Dios.

Romanos 2:11 «porque no hay acepción de personas para con Dios.» Dios no hace diferencia entre hombre y hombre, todos tienen la misma responsabilidad moral, Dios no ha elegido a unos y a otros no, no ayuda a unos más que a otros. Todos están bajo las mismas condiciones en esta vida, Dios es un Juez justo.

Romanos 2:12 «Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados;» Si hay un juicio, es porque hay una ley. Diferenciaremos una «ley» de «la ley». «La ley» se refiere a la ley de Moisés, con la cual los judíos serán juzgados. Los que no son judíos también serán juzgados por una «ley» moral que les aplica. Los siguientes versos nos aclararán.

Romanos 2:13 «porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.» Hoy en día muchos cristianos consideran que serán salvos al amar a Dios y a su prójimo lo suficiente. Esto es querer ganarse el cielo cumpliendo una ley. A una persona así, le debemos mostrar las exigencias de la ley para que vea que realmente no ha amado a Dios ni a su prójimo.

Romanos 2:14 «Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos,» Un gentil es una persona que no es judía es decir, no tiene los 10 mandamientos escritos. Entonces, cuando le pregunten «¿Si una persona nunca ha oído de Jesús, tendrá un trato diferente en el Juicio de Dios?», Ud. puede responderle que por naturaleza esa persona sabe de la ley moral de Dios (ej. mentir, robar y adulterar son acciones incorrectas). Así que él mismo es ley para sí mismo, y no puede alegar ignorancia en el día del juicio.

Romanos 2:15 «mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos,» Dios escribió una ley moral en el corazón de todo hombre. Además, puso un testigo imparcial dentro de él, llamado «su conciencia». Aunque los razonamientos del hombre inconverso sean enemigos de la ley moral de Dios (Col 1.21), la conciencia siempre nos dice lo que es correcto o incorrecto. Nadie puede alegar inocencia, puesto que la conciencia es testigo de cuántas veces la persona ha mentido, o robado o codiciado. El evangelismo siempre debe empezar por explicar al hombre de esa ley escrita en su corazón. La conciencia hará siempre su trabajo después.

Romanos 2:16 «en el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.» Pablo dice que hay un mensaje que es “su” evangelio. Esto es clave para que comprendamos que el mensaje que nosotros debemos predicar está explicado en este libro de Romanos. Debemos ser estudiantes cuidadosos de la Biblia para no predicar el evangelio equivocado, y poder salvar a las personas del Infierno.

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5 pensamientos en “Romanos 2:1-16 La condenación del hipócrita

  1. Comprendido.
    ¿ Cómo evangelizar a los enfermos?, hay algunos que pueden escuhar y otros que ya no pueden, cómo hago en estos casos?
    He visto muchos casos demasiado tristes en la vida de los enfermos, como predicar correctamente a ellos?

    1. Hola Rosario, gracias por su pregunta.
      Si un enfermo puede escuchar hemos de predicarles el mismo mensaje y darle el mandamiento a arrepentirse y confiar en Cristo.
      Vienen a mi mente algunas ideas de otras condiciones. Espero le sea de ayuda, sino me puede preguntar más!
      1. Si un enfermo es sordo por su condición, lo mejor sería mostrarle el evangelio de forma escrita (un tratado con, letra grande).
      2. Si un enfermo está ciego o no sabemos si nos escucha o no (ej. personas en coma), creo que igual debemos hablarles el mensaje claro y sencillo, pero fiel a la Biblia. Nunca sabemos si Dios les está dando una última oportunidad de huir a Cristo y ser salvos.

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