Romanos 3.1-20 La destitución de gloria

Hay verdades que el impío debe entender y reconocer antes de ser salvo. En los primeros 20 versículos de Romanos 3, Pablo nos muestra cuatro excusas de un pecador, y luego Dios nos muestra una descripción del comportamiento del pecador: Así es como Dios ve al impío. Cuando evangelicemos, nuestra primer tarea es dar este entendimiento a las personas.

Romanos - Resumen de secciones.006

Estos son los versículos comentados brevemente:

Romanos 3:1,2 «¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios.» Al ver que Dios juzga culpable a toda la humanidad, un judío podría argumentar que el pacto del Antiguo Testamento no aprovecha. Pablo cita una de sus ventajas: ellos han sido siempre los guardianes de la Biblia. Cada uno de los autores de la Biblia es judío.

Romanos 3:3-4 «¿Pues qué, si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la fidelidad de Dios? De ninguna manera; antes bien sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus palabras, Y venzas cuando fueres juzgado.» La segunda excusa de un judío podría ser el alegar que no es justo que Dios anule su fidelidad con Israel porque algunos pecaron. Normalmente, el pecador trata de justificarse mirando a otros para escapar del castigo. Al evangelizar, hemos de tener esto en cuenta para no ser manipulados. Dios no miente, pero sí todo hombre.

Romanos 3:5-6 «Y si nuestra injusticia hace resaltar la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo? (Hablo como hombre.) En ninguna manera; de otro modo, ¿cómo juzgaría Dios al mundo?» Decir que el castigo de Dios no es justo es una excusa típica de un pecador que no quiere arrepentirse. Debemos explicarles que Dios va a juzgar con justicia al mundo.

Romanos 3:7-8 «Pero si por mi mentira la verdad de Dios abundó para su gloria, ¿por qué aún soy juzgado como pecador? ¿Y por qué no decir (como se nos calumnia, y como algunos, cuya condenación es justa, afirman que nosotros decimos): Hagamos males para que vengan bienes?» La cuarta excusa es cuando el pecador alega que es injusto que Dios se glorifique al juzgarlo. Sin embargo, debemos explicar que el pecado es la infracción de la Ley moral del Dios eterno. El justo juicio exige una eternidad en el infierno por haber violado la Ley del Dios eterno.

Romanos 3:9 «¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que todos están bajo pecado.» Al evangelizar, es vital que mantengamos la actitud correcta: No somos mejores que las personas que aún no son salvas. No vamos a evangelizar sintiéndonos superiores ni tratando de ganar una discusión. Sino que vamos a explicarles que todo hombre es culpable, pero igualmente Dios quiere salvar a todo hombre.

Romanos 3:10 «Como está escrito: No hay justo, ni aun uno;» Aunque en general, la humanidad considera que el hombre es bueno, el primer paso al evangelizar es mostrar de que no hay buenas personas. No hay ni siquiera uno que no haya violado la ley moral de Dios y por ello se halla convertido en culpable, injusto.

Romanos 3:11 «No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios.» Una de las cosas que el hombre impío no entiende es el juicio de Dios (Proverbios 28:5), así que para mostrar a una persona que no es buena, hemos de explicarle que Dios no juzga con balanza, sino con justicia. Para esto, la manera de hacerlo claro es usando la ley: «¿Ha mentido?, ¿Ha robado? ¿Ha mirado con lujuria?» Dios nos envía a evangelizar para que las personas entiendan y entonces puedan huir a Cristo.

Romanos 3:12 «Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno.» Ninguno es digno de llamarse bueno, ni siquiera las buenas intenciones de un impío son vistas como algo bueno delante de Dios, puesto que provienen de un criminal culpable. Siendo culpable, el pecador no es de ninguna utilidad para Dios ni su voluntad, y por esto es que Dios lo desterrará a un infierno terrible si muere sin Cristo.

Romanos 3:13 «Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios;» La mentira es lo primero que Pablo muestra del comportamiento del impío. Al mismo pecador no le gusta que le mientan, pero lo hace. Use el 9no mandamiento al testificar, es de lo primero que empezará a abrir los ojos del pecador a su verdadera condición ante Dios.

Romanos 3:14 «Su boca está llena de maldición y de amargura.» Al evangelizar, muestre que Dios juzgará al pecador por cada una de las palabras que ha dicho, e incluso sus pensamientos, que es donde sale la codicia y las malas intenciones. Esta obra es indispensable para que el pecador empiece a temer a Dios, sin lo cual no se apartará de sus pecados (Proverbios 16:6).

Romanos 3:15 «Sus pies se apresuran para derramar sangre;» Cuando testifique, explique que Dios ve el corazón del hombre como perverso y lleno de malas intenciones (Jeremías 17:9). Dios no sólo juzgará a los homicidas, sino que cada pensamiento de mal hacia otra persona también cuenta como una ofensa a Dios. Mire la violencia en periódicos y películas: el hombre impío se deleita en ella. No permita que el pecador se compare contra otros «peores», sino muestre que la norma de bondad es Dios mismo.

Romanos 3:16 «Quebranto y desventura hay en sus caminos;» Aunque el pecador vea su vida como buena, placentera y feliz, Dios lo ve torcido y desventurado. A menos de que nosotros vayamos y les expliquemos la ley moral, ellos seguirán engañados en su felicidad. Piense en las personas a su alrededor: les debemos explicar la verdad de la justicia de Dios.

Romanos 3:17 «Y no conocieron camino de paz.» En una condición de culpabilidad, todos los caminos del pecador son equivocados, aunque le parezca que vive una buena vida. Los pecadores no podrán entender que no tienen la paz con Dios hasta que les ayudemos a entender la situación en la que están.

Romanos 3:18 «No hay temor de Dios delante de sus ojos.» La culpabilidad del impío se debe a que no teme a Dios. ¿Porqué habría de temerle si el impío adora a un dios que no le juzga? Recordemos que nadie busca al Dios verdadero, pero sí buscan a otros dioses. El poner el temor de Dios delante de sus ojos depende de que nosotros lleguemos con una explicación razonable del carácter Santo, Bueno y Justo de Dios. Sólo con tal confrontación, el miedo al juicio de Dios haría que el pecador quiera dejar sus pecados (Proverbios 16:6).

Romanos 3:19 «Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;» Dios quiere que nosotros ayudemos al impío a entender la ley y el juicio de Dios. Cuando usamos la ley moral correctamente, el pecador se queda pensativo, cierra su boca, medita en el juicio por venir. ¡Es un gozo inmenso ver a un pecador así al evangelizar!

Romanos 3:20 «ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.» Al explicar la ley moral, convencemos a las personas de que sus pecados son graves y de que sus buenas obras no les ayudan delante del juicio de Dios. Cristiano, ¿quiere que los hombres lleguen a este conocimiento? Testifique usando la Ley.

La conclusión de esta sección nos dice que la manera bíblica y correcta de hacer ver al inconverso de su condición es usando la ley.

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4 pensamientos en “Romanos 3.1-20 La destitución de gloria

  1. hola que tal muy buenos comentarios de estos versiculos, solo tengo una pregunta.
    segun este parrafo:

    La conclusión de esta sección nos dice que la manera bíblica y correcta de hacer ver al inconverso de su condición es usando la ley.

    y ¿que hay de la gracia de Dios? cuando dice la biblia porque por gracias soy salvo
    es solo me comentario Dios los bendiga.

    1. La gracia es lo que Dios ofrece a la persona que entiende su condición de pecado. Santiago 4:6 No podemos explicar a un criminal que es culpable de un juicio a menos de que le explique cuál ley ha violado.

    2. Ismael, la Ley fue hecha para el transgresor no para el justo. La ley fue el propósito de Dios para llevarnos a Cristo. Ninguna de éstas porciones aplican al creyente sino a los incrédulos o infieles, a los desobedientes, a los rebeldes e impíos. Que uno es salvo por gracia por medio de la fe, significa que siendo uno merecedor del infierno a causa de nuestras transgresiones, al poner nuestra fe en Jesucristo, Dios pasa por alto nuestra ofensa y descarga nuestro castigo en Su Hijo Jesús, quedando nosotros justificados, esto es, sin culpa. Cristo toma el castigo que el pecador merecía por amor no porque él estuviera obligado. Nos salvó no por obras de justicia que nosotros hubiésemos hecho, sino por su misericordia.

  2. Solo la gracia es la que salva, pero hay que tenerla y luego conservarla, por eso hay que vivir según la palabra. No busquemos adorando las cosas de Dios, busquemos y adoremos solo a el que es el hacedor de todas las cosas.

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